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sábado, 18 de abril de 2009

Marzo había llegado y con él la tristeza y la angustia del inicio de las clases. Los hermanos Wedge estaban desayunando en un estado de somnolencia tipico del primer día para luego ir al colegio en el auto con su madre. Caleb y Atlanta estaban ansiosos por la llegada de los chicos de la isla quemada.

Cuando llegaron cada uno fue hacia la fila de su curso para escuchar el discurso de la directora, una mujer bastante joven y de mirada despreocupada, insinuando que poco le importaba lo que decía.

-Docentes, padres, alumnos –dijo la directora tras conseguir un mínimo e silencio entre los presentes – Comenzamos un nuevo ciclo lectivo y con este también recibimos varios cambios. En primer lugar les voy a contar el porqué, para que puedan llegar a entender la importancia… -La mente de la mayoría de los chicos ya se había anulado o disipado cuando empezó con lo de “ciclo lectivo”, frase que parecía amar. Caleb no era la excepción, poco le importaba lo que la directora tuviese para decir, prefería divagar o ver hacia fuera hasta que terminase de hablar. De repente se empezaron a escuchar quejas de varios alumnos, que comenzaron a hablar entre ellos.

-¿Eh? ¿Qué pasó? –Le pregunto Caleb a Lizzie, una compañera de su curso que siempre había sido responsable y que seguramente había escuchado el discurso.

-¿Pero vos sos sordo Wedge? ¿O te haces? –Le preguntó con violencia.

-Pará… solo no escuche…

-Dijo que el colegio va a ser pupilo de forma obligatoria. Para mi lo tendría que haber dicho en otro momento, o que mande una carta, no se, pero no lo puede decir aca… yo me voy a ir a quejar al concejo, es indignante… -Le respondió mientras todos se movilizaban para protestar. Atlanta se acercó a su hermano corriendo para expresarle su desagrado.

-Pero que vieja maldita, ¿Cómo nos va a decir esto así? Parece una cargada… no entiendo como puede ser así.

-¿Viste a los nuevos?

-¿Qué? Caleb, -Le chasqueó los dedos en la cara – volvé, nene, eso no es importante ahora… Busquemos a mamá porque parece que nos vamos  a tener que ir así terminan de preparar las habitaciones y podemos ir a buscar las cosas.

-Que loco, ¿no?

-Yo diría otra cosa, pero me van a amonestar, jaja –La voz de Alan se escucho detrás de Caleb.

-¡Alan! ¿Cómo andas?

-Bien, si no fuese por la loca esta… -Detrás de Alan llegaron Eva, Floyd, Ashley y Mark.

-Alan, aunque sea esperanos –Le dijo Eva enojada.

-¿Y ella quien es?- Le preguntó Caleb.

-Es…emmm….una prima lejana -Le respondió Alan nervioso - vino con sus amigos a vivir conmigo, es un tema complicado, después te cuento.

-Ah, ok.

-Cal, después seguimos charlando, nos tenemos que ir –Le dijo Atlanta agarrándolo del brazo.

-Si, si, nos vemos chicos –Les dijo Caleb a Alan y los demás mientras Atlanta lo llevaba hacia la puerta.

-Te miraba mucho ese chico –Le dijo Floyd a Eva irritado.

-Bueno, ¿quién no se me queda mirando? soy tan linda.

-¿No podés ser un poquito más normal? –Le dijo Ashley mientras se atragantaba por las pastillas que comía

-¡Qué asco Ashley! Estas toda babeada, ¿que comes?

-Son aspirinetas, ¿te molesta?

-Me parece que mejor me voy a alejar –Le dijo mientras se corría.

-No se peleen –les dijo Alan- tenemos que volver a buscar las cosas.

-¿Y si lo hacemos con magia? –Le preguntó Mark.

-Wow, una idea salió de esa cabeza, mejor anoto la fecha –Se burló Eva.

-Si hacemos eso nos van a ver, Mark. –Le dijo Alan.

-Que nos vean, si total nadie nos puede hacer frente –Dijo Eva con orgullo mientras Lizzie estaba cerca.

-¿Se puede saber de que hablan? –Les preguntó con una mirada sospechosa.

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