Buscar este blog

viernes, 4 de diciembre de 2009

Ya habían pasado tres semanas desde la muerte de Atlanta. Después de unos días debieron volver al colegio, pero ya todo su edificio estaba vacío. Cuando intentaron entrar nadie los reconoció y les dijeron que ese edificio no había sido utilizado todavía porque la construcción no había finalizado.
- Pero si dejamos todas nuestras cosas acá. - Le gritó Caleb al cuidador.
- Cal, ya sabes lo que pasó. Vamos.
Haley intentaba controlarlo, pero tras salir del hospital Caleb estaba impaciente e histérico. Ambos sabían que los futuros problemas que deberían sufrir eran obra de Nicéfora, pero ¿qué más podían hacer?
- Ya no lo aguanto más, no podemos vivir así. ¿Qué más quiere de nosotros?
- Seguramente quiere que nos vayamos como los demás.
- Yo no le voy a dar el gusto.
- Pero si no la podemos enfrentar... ya lo intentaste... y mirá cómo terminaste.
- Eso quiere decir que tengo que fortalecerme.
-¿Cómo lo pensás hacer?
- No sé. Ya se me va a ocurrir algo.
- Yo quiero irme de acá, Caleb. Tengo miedo.
- No nos va a atacar. Como vos dijiste: sólo quiere que nos vayamos.
- Si no nos vamos ahora va a hacer cosas peores.
- Vos podés irte cuando quieras, no sientas que te tenés que quedar por mí.
-  No podés solo, Cal.
- Tengo a mi mamá y a Dafne.
- Ellas no te van a poder proteger. Yo si puedo.
- ¿Entonces qué querés que haga?
- Nos podemos ir por unos días... para pensar con más tranquilidad.
- Eemmm... no conozco ningún lugar adonde podamos ir.
- Yo sí, cuando volaba para la casa de tu abuelo vi una casa abandonada. Era linda y estaba al lado de un lago. Podemos ir ahí ¿te gusta la idea?
- S-si...
- Entonces vamos. - Le dijo sonriendo y extendiéndole la mano.

Read more...