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sábado, 7 de marzo de 2009
Página 7 del diario de Nicéfora:
A continuación voy a hacer un pequeño resumen de la extensa conversión que tuvimos con las trillizas: Sus nombres son Abbie, Dana y Samara; desde que tienen memoria vivieron en la casa e un hombre que las trataba como esclavas haciéndolas cocinar, limpiar, cuidar de su casa, y torturándolas ante el mas mínimo cuestionamiento de su autoridad. Con el paso de los años y varios misterios de por medio descubrieron que él era un hechicero y que nunca las iba a dejar irse libres, manteniéndolas prisioneras en su casa hasta el momento de sus muertes. Presas del pánico, el cansancio y hartas del maltrato inhumano buscaron ayuda en lo único que el hechicero tenia del mundo exterior: libros de magia en una extensa biblioteca digna del mejor de los coleccionistas. Entre ellos al parecer había un ejemplar que Tisiphone, Penélope y yo habíamos sacado hace cientos de años junto con otros autores que ayudaron con ciertos capítulos. En ese libro encontraron un hechizo de teletransportación y fueron buscando la ayuda de los autores del libro, pero la gran mayoría ya había muerto y solo quedabamos pocos, así que fue una cuestión de tiempo que llegaran a pedirme ayuda.
Hasta ahora es todo bastante coherente, pero en ninguna parte de la historia mencionaron algo sobre sus poderes, su familia o cualquier mínima relación con el Gran Demonio, así que le pedí a Mark que viera el pasado de ellas mediante sus visiones para saber como fue que llegaron con el hechicero.
Página 3 del diario de Eva:
Teníamos a las trillizas adelante nuestro, no estaba segura, pero lo sentía, tenían un poder que solo se puede comparar con el de mi mamá. En principio no supimos que hacer, pero rápidamente Floyd reacciono y se transformo en un ave que me guiño el ojo para luego salir volando por el destruido techo. Las trillizas parecían mareadas y perdidas. Su aspecto no era nada intimidante y francamente me desconcertó, no era lo que esperaba, y eso me causaba al mismo tiempo alivio y decepción. Ninguna hablaba y el silencio solo aumentaba el suspenso, que fue cortado por la vuelta de Floyd, que venia acompañado por mi mamá.
"-Floyd me llamo hija. Hiciste un buen trabajo, ahora dejámelo a mi- me dijo sin dejar acotar nada mientras examinaba a las trillizas- No siento que sepan nada sobre sus poderes.
-Miren- dijo una de ellas- es la bruja del libro.
-Si, es ella- Le contesto otra.
-¿De que hablan?- Preguntó Floyd.
-Oh, perdón, no sabíamos si el hechizo había funcionado bien. Venimos en busca de ayuda..."