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domingo, 16 de agosto de 2009

Eva y Floyd


Dylan y David se habían escondido en un convento, lugar adonde David se sentía seguro. Eva y Floyd planeaban atraparlos por la noche en cuanto estuviesen dormidos. Nicéfora les había dicho que no se dejen llevar por las apariencias de los jóvenes, ya que tenían más poder del que se podría deducir al verlos. Cuando llego la noche, Floyd se transformó en un mosquito, entró a la habitación y por dentro abrió la ventana, permitiendo que Eva pudiese entrar.

- Hace silencio y agarra a David, yo agarro a Dylan.
- Y a vos quien te agarra? - le preguntó Dylan, que la miraba desde su cama.
- Oh, ya nos vieron - dijo Floyd al verlos. Detrás de él se creo un aro de fuego que lo dejó contenido en una especie de jaula.
- Perdón, hermano, pero mi Dios me va a perdonar porque lo hacemos en nombre del bien - le dijo David con los ojos rojos y brillantes. Mientras tanto un metal se enroscaba en el cuello de Eva, haciendo presión sobre sus venas.
- Él es el bueno, yo soy el malo - le dijo Dylan aún acostado - haces algo que no me gusta y te mato, haces lo que te digo y vivís un poco más. Ahora escuchame bien: Quiero que me lleves con Lillah.

1 comentarios:

Unknown 17 de agosto de 2009, 19:17  

Por favor, continua la historia ya, me muero de ganas por saber que pasará.

PD: no me había fijado en los cambios del blog, molan

Salu2