Buscar este blog

martes, 29 de septiembre de 2009

Noir


Cuatro tazas de café, dos sillones y una gran ventana que daba a la Torre Eiffel conformaban la tétrica habitación en la que estaban Nicéfora con Penélope, Tisiphone y Blood Gloom.

- Vamos a tener que festejar esto. En este preciso momento, Baphonet va a recuperar la magia que perdí.
- Te felicito - le dijo Gloom.
- Ojalá pudiese decirte lo mismo, Gloom, pero no hiciste nada que lo amerite.
- Siempre tan ácida.
- Gracias - le dijo con una sonrisa - ahora tomen el café, se va a enfriar.


En el Hemiciclo, Alan abrazaba a Atlanta.
- Shh, no llores, no va a pasar nada.
- Tengo miedo, una mujer estaba atacando a mi abuelo y a Dafne, no se como están ahora.
- Yo se que vas a volver a ver a tu abuelo.
- ¿Cómo lo sabés? ¿Y Dafne?
- Por suerte, para ella, no la vas a volver a ver. - Le respondió mientras la seguía abrazando
- No te entiendo.
- Resulta que... - le dijo apretandola con brusquedad contra su pecho - tu abuelo...
- Me estás lastimando, Alan. - le dijo con un hilo de voz.
- ... está muerto. Y eso quiere decir que vos también lo vas a estar.
- Alan... - la voz se le quebró y lo vio alejarse con una sonrisa malévola en el rostro. Mientras ella, sumida en el pánico, era atravesada por una lanza.


La taza de café cayó al suelo, haciéndose añicos que se perdían en la alfombra. Un sentimiento de grandeza, y un poder ilimitado y embriagador había atrapado a la bruja. Nicéfora acababa de recuperar todo su poder.

2 comentarios:

ellie 11 de octubre de 2009, 19:36  

such a powerful story too. fierce, even.